El monseñor de Santiago, Ramon Benito de la Rosa y Carpio, condena a la publicidad y la perdida de valores y los culpa del gran numero de adolescentes embarazadas.
Siempre he creido que la radio y la television fomentan la promiscuidad y contribuyen a la descomposicion familiar. La libertad de expresion desmedida e incontrolada pervierte a la juventud y destruye a la sociedad. Hace falta Doña Zaida.