Maureen Higgins, de Alabama, había asistido al espectáculo desde hace 16 años, y dijo que el piloto realizaba su tercera vuelta cuando perdió el control de la aeronave. Higgins estaba sentada a unos 30 metros del lugar donde cayó la avioneta, y miró horrorizada cuando el hombre frente a ella comenzó a sangrar, al ser alcanzado en la cabeza por un fragmento de la nave.
"Vi miembros de algunos cuerpos y tanta sangre que no lo creerían. Vi un brazo y una pierna", dijo Higgins. "Las personas vivas habían perdido miembros. No miento. Fue algo increíblemente sangriento".
Entre los muertos estaba el piloto
Jimmy Leeward, de Ocala, Florida.