
Por la noche, Morales reconoció que las protestas fueron una "profunda llamada de atención" a su gobierno, al tiempo que aclaró que él no dio la orden de desalojo.
"Nunca podría instruir que se realice una violencia como ha visto el pueblo boliviano. A las familias víctimas que me disculpen", señaló Morales en una declaración ante la prensa.
También convocó a los indígenas a dialogar y criticó a la prensa, pues consideró que los medios de comunicación bolivianos exageraron.
Fuente: Prensa Asociada