miércoles, mayo 09, 2007

Mi ruego a los bachateros: por favor suenen esa guitarra

El dinero es bueno, pero cambia las metas y las prioridades.
Los bachateros, que han logrado fortuna con sus liricas cortavenas y el sonido melancolico de sus cuerdas, han ido cambiando el estilo, y el impetu con el que empezaron ha cambiado. El descuido se deja notar en alguno de sus principales exponentes.
No pretendo, bajo ningun concepto quitarle merito a estos idolos mios y de muchos, sino hacer notar, que ya las cosas no son como fueron una vez.

Antony Santos, al introducir saxofones y piano en su grupo, ha dejado de sonar la guitarra tan consistentemente, con afan y con esmero. Ahora, debido a la fama que goza, interrumpe el solo de guitarra en cualquier momento, para expresar cualquier comentario, a veces innecesario. Y canta relajadamente, con la guitarra colgando del cuello, como se la tuviera de adorno.

Raulin Rodriguez, el interprete de Medicina de Amor, ya ni siquiera toca la guitarra en sus conciertos. Es como pensar que Oscar De La Hoya tirara los guantes a un lado. ¿Por que? Si cada soldado va a la guerra con su fusil.
De igual forma, Luis Vargas, ya no toca la guitarra en sus conciertos. ¡Que pena! Si este es el atractivo de esos pioneros de la bachata moderna.

Cantar cantan todos. Pero la forma elegante de Antony Santos, Luis Vargas y Raulin es un talento que cautivo a sus seguidores desde los primeros años que empezaron a salir del anonimato. Olvidarse de ese detalle y dejar de tocar con ansias, con deseo, pasion, y furor, es darle la espalda al publico, que los admira por esa vocacion.